Desde mi distante destierro
Te observo juventud
En un tropel
De enajenada conciencia
Danzante en euforia arjoniana
Acudís en muchedumbre
A la cita pactada
De un deshonrado concierto
Nunca gratuito
Jamás sincero
Que en fraude de identidad
Se te vendió
Cantás, coreás, aplaudís
En tu alcoholizada desidia
Saltás, sudás, te abrazás
En una falsa nube de unidad
En una adulterada conciencia
Carente de memoria
Que omite, el juicio
Tristemente,
No retozás, no transpirás
Y tampoco te ceñís
Con unas ni con otros
En fiel manifiesto
Frente al tribunal
Sos la invisible aglomeración
Del nunca jamás
La desesperanza perenne
De la mancillada identidad
Fácil te dejás muñir
Por falacias de alcantarilla
Que se disfrazan de lino blanco
De la irreverencia fiel de tus años
Has hecho un rastrojo de negación
Desde la ventana de mi diáspora
Te atisbo juventud
Ensombrecida y oculta
Ya no gritás rebeldía
Ya no agitás tu corazón enardecido
Eufórico en hirviente lava de denuncia
Caminás con tu mirada puesta
Fuera de las fronteras
Condenando el suelo que te parió
Ya no cuestionás, ya no creás
Tus manos se atrofiaron
Guardadas en tus bolsillos
Cegaste tus ojos a la realidad
Ya no escuchás el eco de la historia
Las calles ensangrentadas evadís
Los muros que escriben tragedias
Pintás de otro color
Ya no sos la insurrección
La tormenta, la ola en reventazón
Tampoco hoguera, ni retumbo de quebrada
Ya no sos el río desbordado
En busca de justicia
Un genocidio han perpetrado
Donde vos hoy caminás
Gritan los muertos, lloran las almas
En madrugadas, días y noches
Queriéndote contar
La historia de un genocidio
Que vos ahora negás
Desde la fría y solitaria diáspora
Te veo juventud,
Qué no te compre
El lino blanco
Un concierto mundano
Un periódico liquidado
Que de la tierra que un día arrasaron
Brotan retoños de conciencia
No seás vos quien no los deje florecer.
Ilka.
Marzo 23 de 2013.